lunes, 21 de mayo de 2007

3 escenas


Ayer, yo estaba esperando fuera del hospital cuando empezó a llover (una sopresa…). Esto solamente puede añadir a la miseria de la gente que visita padres tal vez terminando la vida, amantes lesionados o hijos enfermos en el hospital. Y comenzó a llover más duro. Un buen día para quedar en la cama. Pero un pequeño porcentaje de la población estaba indiferente a la lluvia. No indiferente, de hecho, sacaron gozo de la lluvia. Ellos saltaron en los charcos, y cuando tuvieron la opción de caminar debajo de un techo o en la lluvia, por supuesto eligieron caminar con las bocas abiertas, para agarrar las gotas.

Cambio de la escena. En los carros chocones. La personalidad de cada uno fue manifestada en el estilo de manejar el carro. Algunos trataron de evitar los choques a toda costa. Me parecio que no disfrutaron el juego, solamente manejaron con rostros llenos de preocupación. Y me pregunté porque escogieron este juego… pero por encima de las preocupaciones de algunos, se puede oír los gritos de alegría de los niños.

En el bus para casa, había silencio. Casi. Solamente una persona estaba hablando, e irónicamente, fue la persona con más poca cantidad de práctica, no mas de tres años. Y de hecho, este niño era la única persona que estaba sonriendo… sin una cara inquietante y cansada, todavía sale ileso por los años.

4 comentarios:

Amaranta dijo...

Es reconfortante saber que existe por ahi, dispersos en el universo, gente como vos. personas que saben apreciar la grandeza de un niño.

Muy bueno tu español, segui escribiendo...

Mark dijo...

ja eres demasiado amable! pero estoy aprendiendo, y de hecho, me encanta el idioma!

Crisálida dijo...

...siempre detectando belleza en lo simple, lo cotidiano. Cosa que para la mayoría pasaría desapercibido... eso me encanta de vos!
Viviendo en Santa Cruz podía disfrutar con gente que también podía disfrutar de un paseo en bicicleta por el centro del pueblo, o de una ida al parque a pegarse una conversadita ahi... Gracias por hacernos recordar que en la simplicidad de cada día existen cosas por admirar.
Por la simplicidad de un acorde, la letra de una canción sobre una habitación como cualquier otra, un desayuno en el mercado, o un agua de pipa en la feria... Salud!

Anónimo dijo...

Me encanta tu punto de vista...Me encanta la simpleza en los niños. Ellos, son los que nos enseñan el secreto de la felicidad.